jueves, 23 de diciembre de 2010

VACÍOS




HOY , MI CORAZÓN EN BANCARROTA,
SE ARREPIENTE DE HABER DEJADO TODO,
Y EN  MANOS DEL OLVIDO  CÓMO  DUELE,
HABER AMADO TANTO Y DE ESE MODO.

GASTÉ TODO EL AROMA DE MIL ALBAS,
BEBÍ EL DULCE NÉCTAR DE MIL FLORES,
Y AHORA YO NO  SÉ COMO  SE VUELVE,
DEL VACÍO DE VOS Y SIN RENCORES.
TENGO EL CORAZÓN HECHOS PEDAZOS,
LAS MANOS VACÍAS Y SIN ALMA,
NO SE CÓMO MIS PIÉS PRODUCEN PASOS,
NO SE COMO AMANEZCO  ENTRE LA NADA,
LLENAME LOS  VACÍOS DE ESE  OLVIDO,
QUE QUIERO SORPRENDERME ENAMORADA.

domingo, 12 de diciembre de 2010

88 STREET SOUTHWEST CINDIRELLA

     HABÍA UNA VEZ, UNA CALLE PERDIDA EN LA MARAÑA DE CALLES DE LA GRAN CIUDAD, OLVIDADA POR ESO QUE SE LLAMA PROGRESO, SUS VECINOS ERAN CADA VEZ MÁS,Y TAMBIEN ERA CADA VEZ MÁS DIFÍCIL TRANSITAR POR ELLA , POR LOS POZOS, POR LA TIERRA QUE VOLABA...PERO CUANDO LLOVÍA SE ACENTUABA EL PROBLEMA!
  ESTO ES , MEJOR DICHO ERA,  LA CALLE CENICIENTA DEL BARRIO SUR, LA 88 STREET!!!
ESTO ERA EN INVIERNO, AHORA TODO CAMBIÓ, ESO, LO DEL FONDO, DESAPARECIÓ, ESTÁN CONSTRUYENDO!!!
ESTE ES MILTON, QUE DECÍA : ABUELA, QUÉ CALLE TAN FEA ES LA CALLE DONDE VIVÍS Y PONÍA ESA CARA CUANDO ME VISITABA!!!
ES PRIMAVERA , LA CALLE PARECE QUE ESTÁ EN CONDICIONES...SÓLO PARECE.
ENTONCES  ME PONGO A CONTEMPLAR ESTA HERMOSURA...

QUE TAMBIEN ESTÁN EN LA 88


NADA QUE VER CON LO QUE SE VE EN  INVIERNO, CON LA DESNUDEZ DE LOS ÁRBOLES Y LOS AMANECERES TARDÍOS!
BUÉ, NO TIENE QUE VER CON LA CALLE SINO CON EL ENTORNO!!!
SIGUE LA HISTORIA CUANDO  LOS VISITANTES AL BARRIO EMPIEZAN A PONER OBJECIONES POR CAUSAS DEL ESTADO DE LA SUSODICHA ARTERIA....

ENTONCES  ME IBA A CAMINAR POR AHÍ PARA  OLVIDAR LOS DESPLANTES Y OBJECIONES Y TOMABA AIRE PURO MIENTRAS DESCUBRÍA  AVES RARAS COMO ESTA!
Y  TRATABA DE OLVIDAR LOS COMENTARIOS DEL YERNO Y  DE LA NUERA, SOBRE LA CALLE DONDE VIVO,

"HOY VINE PORQUE ESTÁ UN POCO ARREGLADA LA CALLE",DIJO EL YERNO,  ( HABÍAN PASADO LA CHAMPION).
 "NO QUIERO FOTOS, SABE QUE QUEMO SI  ME VEN POR ESTA CALLE ", DIJO LA NUERA, TODA CAPITALINA ELLA!!!

LA CUESTIÓN QUE TODOS CRITICAN LA CALLE, ( CREO QUE CON RAZÓN) HASTA QUE UN DÍA, RUMORES , SONIDOS, MOTORES, SE OÍAN A LOS LEJOS , MOVIMIENTOS, GENTE TRABAJANDO, Y NO HAY DUDAS, CERCA, SE ESTABA PRODUCIENDO EL CAMBIO!!!
CAMBIAR ESTO, SEÑORES!!!








  









 ...Y EMPEZARON A LLEGAR GENTE AL BARRIO CON MÁQUINAS Y CAMIONES  Y COMENZARON A TRANSFORMARLO !!
ACTUALLZACION 2014:...Y NOS CONSTRUYERON  UN  BARRIO FEDERAL,CON FEDERALES CIUDADANOS QUE  NO SE CONSIDERAN VECINOS  ELLOS  MISMOS, DONDE A  CADA  RATO  HAY  OPERATIVOS  POLICIALES  POR  DROGAS Y DEMÁS,UN POLIDEPORTIVO CON  UNA  INVERSION  DE 4 MILLONES  Y MEDIO Y UNA BRISA DERRUMBÓ Y AÚN SIGUE E "VEREMOS" ÈRO  EL DINERO   DESAPARECIÓ O QUEDÓ AHÍ CON ESE ESQUELETO VERGONZOSO COMO  MONUMENTO  A  LA INOPERANCIA.... Y ASÍ CAMBIÓ MI BARRIO Y MI CALLE QUE  AÚN SIGUE DE CINDIRELLA!

jueves, 18 de noviembre de 2010

FELICIDAD GRATUITA

             Las calles de tierra son nubes rojizas con soplos de vientos y pesadez de barro cuando la lluvia cesa. Mi barrio, mi mundo, con los pies descalzos y el alma plena, sueños de barriletes que árboles atrapan, y mis risas de niña con el sol a cuesta. Terreno baldío, con mote de "canchita",  donde se practicaban fintas futboleras y si no hay arquero...-"Y, bué, andá vó, nena"-, decía mi hermano, después de la escuela.
         Mi calle, mi barrio, se llena de aromas , allá, por las tardes, tortas fritas, mates, sol , la vereda y risas de niños y caras con tierra. Final del partido y cantan las ranas más allá de los árboles, entre los verdines de un bajo inundado, donde van las aguas que huyen de la acera.
  Mi casa es tan pobre, cosas materiales, brillan por su ausencia, pero yo soy rica, me siento tan plena, tengo barriletes de todos colores surcando la siesta; tengo un perro blanco y la quinta de la gringa llena de tomates.
            Mi barrio se cubre de cientos de estrellas cuando en las noches de fogata y fiestas , San Juan Y San Pedro, pintaban veredas.
Aún siento el aroma de mil flores nueva, cuando un verde manto cubría la vereda con blanco y amarillos de margaritas bellas. Mi barrio era pobre, pero tenía riquezas que ni cheque en blanco puede hacer que vuelvan.

martes, 16 de noviembre de 2010

JORGE PABLO MOHOR FLORES

Un vikingo con miedo en búsqueda de amor

Jorge Pablo Mohor Flores

 “Quiero que el metal chivilcoyano se transforme en una obra de arte”      




                                           Las nubes cubrían el noroeste de la ciudad y todo el resto  del cielo no se daba por enterado;  con  una rápida mirada  lo  fui buscando entre la gente que disfrutaba en la plaza, en esa hora de  indecisión de una  tarde –noche,  apresurada por las nubes de tormenta.  Preparada para el encuentro con el estereotipo del rockero y sin hallarlo, él me sorprende con una campera gris que agitaba, a  modo de señal de presencia, y fue lo que menos esperaba.
     Cómo todo un caballero me guía a “mi lugar en el mundo”,  dijo  mientras señalaba cuatro bancos dispuestos en círculo,  en la esquina este de la Plaza Moreno, debajo de un cielo verde oscuro de altos árboles. Tratando de recordar descripciones de quienes lo conocían, buscaba una  que coincidiera con lo que tenía ante mis ojos. Zapatillas, pantalón negro y remera negra, con un cabello largo  y al viento, era uno más entre todos. Se destacaba en él, un enquistado  olor a alcohol, pero no a mugre. Las manos limpias, las uñas cortas y la piel muy blanca.
      Una voz gutural, cavernosa,  repite su nombre, Jorge Pablo, Mohor” como la calle” y si son parientes, es la incógnita, ” algo de eso Hay”, decía, mientras  la lengua  entorpecida, como los pasos previos  que lo acompañaron hasta el banco ,  era obligada a repetir las palabras para hallar claridad,  y pensé  en su humanidad vencida por  la borrachera , cuando su impronta alcohólica lo obliga a dormirse entre sus blancas manos, una maraña de pelos y la dura almohada  de alguna vereda.
           La escuela  es el punto de partida para su historia, es el mojón que lo conecta con su tiempo feliz quizá, “repetí primer grado, pero desde ahí, me hice Heavy Metal”,  devela con la mirada retrospectiva hacia su s padres tangueros” ahí no se escuchaba folclore, ni a gancho, tangueros, rock and roll, Rollings Stone. “y fui navegando sobre esa circunferencia y esa entrada paralela que te tapa la vida y te da un concepto para seguir adelante”, filosofa. Y rememora, al término del 7º grado, la visita de su escuela  al Colegio Industrial y que al ver tantas cosas, se juró que eso no era para él,  me pide un cigarro que no poseo, como para tener algo de que aferrarse.
                 Me habló del juguete rabioso, del cual no entendía el significado, y me explicaba, que cuando “sos bueno y te mandás  una cagada, cuando fallas y te vuelven a aceptar, no es lo mismo, el corazón se rompió y es como ese  juguete que le das a un niño, que juega y juega, se le cae, se rompe, lo arreglas…pero  no es lo mismo”, mientras se cubría para que no vea sus lágrimas. “Paaaahhh, putamadre, dejame llorar tranquilo”, y se tapaba el rostro.


       El contorno de sus ojos, rojos de alcohol y llanto, parecían delineados por un pincel sobre su rostro como de niño, que interrumpen, junto  una prolija barba candado  y una  pequeña costura de cicatriz bajo su fosa nasal derecha, el blanco teta de su piel. Y habló de amores y su poca experiencia, de las calles de Buenos Aires y de luna llena, “cuando andas rockeando”, decía mientras saludaba  a la gente  que  a los gritos repetían su nombre y la muletilla” Chau Jorgitooooo”. Porque” no existe un por qué para el amor y porque soy distinto, porque soy under, me quedé solo,… soy distinto, vos sos de River o de Boca, bueno, yo soy de San Telmo, soy distinto, por eso  me quedé solo, porque no tengo pelotas para el amor, para el amor como una mujer se lo merece, soy un borracho y dentro de cinco años me voy al infierno”, decía llorando.
   Y habló de miedos, del mismo miedo que lo impulsó a subirse a la antena de  la radio de la policía, y “me había clavado una botella de whisky, y porque soy vikingo, ya no le tuve miedo  a las alturas y subí y subí”… y no recuerda de dónde se cayó aquella tarde en el encuentro de motoqueros, que lo tuvo postrado en cama, varios meses. Y del miedo a ir a  la cancha de fútbol y de su no miedo a la policía, por la ventaja de ser”blanquito”. Que cuando” hay quilombo en los recitales, van todos en cana, pero no es lo mismo ser blanquito para los tatuajes; si viene un negrito por la esquina todo tatuado, no es lo mismo, -con todo respeto-,(a mi color subido de tono, no de cama solar, ja?), no se le notan los tatuajes, en cambio en la piel blanca ¡ lucen, loca!, y la gente dice: ¡¡Ahí, viene Jorgito!!”
     Y es verdad, su pecho ostenta el coloreado nombre de una banda y luce loco, luce…
            Habló de drogas, de los héroes de la  música, de mis labios, del metal  chivilcoyano,” probé  todas las drogas, pero no me convencieron, no me convence nada, ..si, el Metal, pero no, de amor y paz de estos hippies nuevos que te rompen el orto, un Heavy Metal de verdad que te diga: Loco, estás mal?...y vení ..Te cuido. Yo buscaba un mundo distinto, yo quiero que cambie el Metal chivilcoyano y se transforme en una obra de arte, quiero que los chicos cambien, quiero ser principio y parte del cambio del rock…el final .., no, nunca está, porque todo va a seguir…
 La nubes no dejaron agua como él lo dijo, porque somos ángeles, buenos  o malos…y salían de su boca Pappo’s Blues, Vox Dei, Rollings, Kiss, Horca y la música de su alma , el rock de su vida, porque somos ángeles…”No te vayas!,  quiero darte esta canción”, pedía  y nos despedíamos para ese día en que esté libre del alcohol, prometiendo hablar de libros, de música y de sus poesías…
Y me llevo conmigo las onomatopeyas de batería y cuerdas que nacían  de su boca para acompañar esta letra  en esa melange que imprime el amor desgarrado, los vacíos del alma y los vahos de alcohol…




Nadie te cuida


Porque estamos solos y llega la noche,
Nadie te cuida, nadie te protege,
No crees que en este momento,
En que no hay  un Dios, no hay un Diablo
No hay un Alfonsín, no hay un peronista,
Nadie que te salve  de esta locura,
Que invita a vivir un día más
En el infierno.
Dame la mano, ven conmigo,
No es casualidad,
Que yo sea parte de tu amor.
Soy un hombre, Soy un metálico,
Y con mi amor,
Rompamos la obra de arte,
Busquemos nuestros caminos,
Porque las inquietudes están…
                                                                                    Autor: Jorge Pablo Mohor Flores 15/112010
                                                                                                     Nota:     az431254@gmail.com

UN VIKINGO CON MIEDO EN BÚSQUEDA DE AMOR


  JORGE MOHOR FLORES

        




           Las nubes cubrían el noroeste de la ciudad, y todo el resto del cielo no se daba por enterado. Una  rápida mirada buscando entre la gente  que disfrutaba la plaza,  al invitado,  preparados  a encontrar un  estereotipo del rockero, sorprende una campera gris agitada  a modo se señal de presencia, el hombre.
              Caminando hacia   un grupo de bancos debajo de la fronda, “este es mi lugar en el mundo”, dijo, mientras señalaba a uno de ellos, solícitamente, dispuesto a la Charla.
       Estaba ahí, cara a cara con la persona de la que todos hablan y,  de la que da que  hablar; con los actos desbocados y  esa  impronta alcohólica,  que entorpece lengua y pies  al unísono y lo obliga  muchas veces,  a dejarla que duerma entre  sus blancas manos, la maraña de su pelo y la dura almohada del cordón de la vereda. El hombre que se  sueña vikingo, que ha  nacido para la lucha  y el rock y lo que busca de esa pelea  es tan sólo que alguien lo ame.
-Decime tu nombre
- Jorge Pablo
-Mohor, como la calle…

-Sos pariente del de la calle?

_Algo de eso, había.
-Bueno, quiero saber tu historia, si fuiste a la escuela…
Sí, tengo hermanos, tengo una familia, pero desde primer grado me hice Heavy Metal…
Desde primer grado me hice fanático de Kiss, mis papás eran tangueros, en mi familia, mamá,  la “China”, pobre, ¿vos la viste? Eran tangueros, gente tanguera,  ahí no se escuchaba folclore ni a gancho, tanguero y rock and roll, Rollings Stones!!! Y fui navegando sobre esa circunferencia  y esa entrada paralela que te tapa la vida y te da un concepto para seguir adelante.

-Y a qué escuela fuiste?

Ahhh! A la Nicolás Avellaneda, la escuela  3 y me encanta nombrarla, yo ahí
 Repetí primer grado…
_ y después no fuiste más?
Si, terminé el primario, una alegría! Aprendí a leer y escribir,..pero ya era heavy metal!

_ no se podía estudiar y ser heavy metal, a la vez?


No, no, una vez, cuando terminé 7º, nos llevaron de la escuela  a ver el Colegio Industrial y al ver tantas cosas dije: esto no es para mí, yo no sé nada!

- Pero al colegio se va para aprender!


Pero yo no podía aprender…
En medio de la charla, pide un cigarro, le comento que no fumo y la promesa de darle  el dinero para que lo compre,
-Mirá, no me rompás las pelotitas, vos podés ser maestra…somos personas, no?  Vos podes ser maestra…

Yo no soy maestra!

Y bueno, invéntalo, si mucho podemos inventar, la teoría del ser humano…

-¿Cuál es?


-¿Conocés el juguete rabioso? contesta con una  Pregunta…

Cuando sos bueno, decía, entre lágrimas, y estoy con vos y me mando una                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   cagada, quiero ver que sea lo mismo, y después no es lo mismo ,si vos me aceptás de vuelta…  No es lo mismo, el corazón se rompió…
_dejame tranquilo llorar…estoy buscando la razón de las razones…

¿Cuál es la razón de la razón?

El juguete rabioso! Gritó, con la perfecta voz del Gallo Claudio, atravesada por el llanto!

¿Qué significa?

        Significa, que si yo estoy con vos, y te fallo algún día, ya no es lo mismo, no es el mismo amor, es como un juguetito, que vos le das a tu hijo, y tu hijo-Tiki, tiki, tiki! juega  y se cae ese juguete .., se rompe.., se arregla, y ya no es lo mismo… Y las lágrimas vuelven y un poco se rebela y un poco se avergüenza de lo fácil que llora. Dice -pahhhhh, putamadre, esconde su rostro entre sus manos murmurando-dejame llorar tranquilo!!! Y sigue, con el contorno de sus ojos rojos de alcohol y llanto, que parecían delineados con un pincel sobre su rostro, como de niño. Sólo esas señas y una cicatriz bajo la fosa derecha de su nariz interrumpían el blanco teta de su cara.

   ¿Y quién te rompió el corazón?                 

 Y sonríe, pícaramente en su nube alcohólica, y se manda un: vos!, improvisando un lancero  y estallamos en risa, mientras que  saludaba a chicos , chicas, persona mayores que ,desde los autos o motos  o los que transitaban por la plaza, gritaban su nombre. Pero recordó la pregunta y , bajó
la cabeza ,  
                   …y hubo una chica, viste? La calle, la noche, cuando voy a Buenos Aires, de noche, cuando rockeamos, en las noches de luna llena…pero de amor…no tengo mucha experiencia…

            ¿No? ¿Por qué?

 Porque no existe un por qué para el amor!

Comparto, muy buena frase, dije..

          No es una frase, es un hecho.     Yo soy under, soy distinto, por eso me quedé solo, vos sos de River, o sos de Boca, bueno, yo, soy de San Telmo, soy distinto…     y si me quedé sólo, es porque no tengo pelotas para el amor, como una mujer se lo merece! Soy un borracho y dentro de cinco años me voy al infierno!    

 

Vas a la cancha?


 Noooo!!!

¿Por qué?

Tengo miedo.
Y sus miedos y su música se mezclaban…
          Y por miedo me subí a la antena de la policía, me había clavado una botella de Whisky,  y yo le tenía miedo a las alturas, y subí  y subí…y este vikingo, subió y no tuve más miedo!!!!
Y ni me acuerdo cuando me caí, en el encuentro de motos, ni a  donde me subí, pero acá estoy.
Y habla de lo que significa tener esa piel tan blanca…

¿Hay una diferencia entre vos y los otros chicos morochos en los recitales, con respecto al trato de la policía?


Noooooooooooooo, cuando hay quilombo, vamos todos en cana, pero, no es lo mismo, con todo respeto ( a mi color subido, no de cama solar?, ja!) no,  es lo mismo, un negrito todo tatuado que viene de la esquina, lo ves,  y no se le notan los tatuajes, en cambio en esta piel blanca los tatuajes, lucen loca y la gente dice: Ahí, viene Jorgito!!!!
            Podíamos haber estado horas hablando, a no ser por la amenaza de lluvia, aunque el me aseguró que no iba a caer un sola gota! Porque yo lo digo, y porque somos ángeles…aseguraba!
…Y Pappo’s Blues, Vox Dei, Rollings, Kiss, Horca y la música en su alma, el rock en su vida…
…Y las drogas las probé todas, de todo, pero no me convencieron, no me convence nada, sí, el metal, no de amor y paz de estos hippies nuevos que  te rompen el orto, heavy metal de verdad  que te diga: Loco, estás mal? …Y vení, te cuido…yo buscaba un mundo distinto,  yo quiero que cambie el Metal  chivilcoyano se transforme en una obra de arte,  quiero que los chicos cambien, quiero ser principio y parte del cambio del rock… el final, no, nunca está, porque todo va a seguir,…
Mientras cantaba esta canción… nos despedimos para ese día en que esté libre del alcohol, prometiendo hablar de libros, música y poesías…






Nadie te cuida
Porque estamos solos y llega la noche,
Nadie te cuida, nadie te protege,
No crees  que en este momento,
Que no hay un Dios  y no hay un Diablo,
No hay un Alfonsín, no hay un Peronista,
Nadie que te salve de  esta locura
Que invita a vivir un día más,
En el infierno.
Dame la mano, ven conmigo,
No es casualidad
Que yo sea parte de tu amor
Soy un hombre, soy un metálico,
Y con mi amor,
 Rompamos la obra de arte,
Busquemos nuestros caminos
En la oscuridad,
Porque las inquietudes están.
                                                          Autor: Jorge Pablo Mohor Flores
                                                           15/11/2010

sábado, 13 de noviembre de 2010

ABRAZOS

Soy la que contó secretos,
esos, los que robaste,
con un murmullo de voces,
suaves y tan distante.
Soy, y no quiero ser
la que llora por amor,
la detenida en el tiempo
la que acusa una traición.
Soy la que esperas de noche,
prohibido sueño excitante,
mar de palabras que besan
las costas del desbordarse.
Y tan sólo quiero ser
la que pide que la abraces,
en infinito lazo amigable,
entre estrellas, mar y valle.
Escuchando corazones
concierto donde anidarme,
 y así, y sin darnos cuenta
se nos haga, tarde, tarde.

jueves, 11 de noviembre de 2010

LA VIEJA

       

                                              L a casa estaba cerrada, como abandonada y silenciosa, callando una historia al transeúnte. Los árboles de sauce llovían en ramas semejando una peluca verde sobre sus techos. La mujer que la  habita está sentada como ausente, en el desvencijado sillón de cuero falso, color marrón. Todo parecía viejo como ella, todo lucía con arrugas y desgastes, como ella. Pero el aire allí adentro sabía a verano, tal vez al atardecer del verano, cuando todo huele a maduro y  se pinta de dorados. Sobre la pequeña mesa del living un  recipiente desbordaba de jazmines, contrastando con el manojo de espigas de lavanda y el   inconfundible gris violáceo de sus flores. La sala  olía a verano, a finales de verano cuando todo está  maduro, a un paso de la muerte.
                  Es 2040, afuera  lo es, ella está rodeada por una treintena de años hacia atrás,  objetos y máquinas contagiadas de silencios, acompañan sus pensamientos. Se ve activa y sonriente en la calle,  feliz  entre libros y periódicos en esa habitación, con alas en los dedos sobre el teclado  de la computadora, sueña lo que ya no es. Porque  el tiempo camina aunque uno se detenga, porque el tiempo vuela aunque se esté amarrado a la  tierra. Porque desde aquel día ella se detuvo y esa casa, su refugio, abrigó inviernos y refrescó veranos, a esta mujer que ahora murmura palabras y con denodado esfuerzo de sus ojos  relee cartas ocres sentada en el desvencijado sillón, entre sus recuerdos.
                  Se detuvo allí, en la sorpresa de una partida y un dolor de traición en aquella mañana  del 14 de julio de 2010, mejor dicho, comenzó a morir aquel día. Él se marchó hacia las antípodas, hacia el mundo distinto que quería, se fue, aunque hasta la mañana de la partida le decía que la amaba. Y se encerró en su mundo de letras esperando un regreso. Por qué aún te amo? Por qué no puedo arrancarte de mí? Por qué dijiste que me amabas? Por qué tuve que aprender a amar si con querer, basta… se preguntaba. Y desde entonces, las poesías, las notas, los cuentos se escribían  una y otra vez en su memoria, el amor nacía y renacía como salidas de sol en la infinita línea del  horizonte de una espera.
              El amor duele, lastima, desgarra a los que aman  y abandonan,  y ella amó para siempre. Envuelta en perfumes de jazmines y se le escurrió la vida escribiendo cartas de amor  para su amor.
                   Querido amor: He pasado por todas las etapas por las que pasa una mujer que ama y pierde lo amado. Te arrastré, te hundí y te elevé en todos los elementos de la naturaleza; te ahogué en un mar de lágrimas, te abrasé en el odio quemante de un fuego que antes se llamaba pasión. Te maldije en el viento gritando tu nombre, ese, que no se desprende de mí ni a costas de un huracán; te hundí en las entrañas de la tierra, donde la oscuridad debía atraparte para que yo no te recuerde. Nada logra que deje de amar, este sentimiento sale indemne, puro, cristalino, brillante y me avasalla. Pero sé que no sirve, el amor es un diálogo, una conjunción, un punto de encuentro donde los actores declaman las mismas páginas coordinadas de un escrito. Te arrastré, te hundí, te elevé en todos y cada uno de los estadíos de los elementos y aún así, te amo. Pero aprendí que el amor no es un monólogo, y te amo, y por eso camino hacia la utopía de un diálogo…
                  Afuera es 2040, las cartas son cosas del pasado, las computadoras  dejaron de ser esos armatostes  como la que lucía el viejo escritorio de cedro, las computadoras son flexibles y se doblan como un pañuelo descartable, pero tres veces más finas y cientos de veces más eficientes. Pero hay cosas que no cambian, los jazmines por ejemplo, y el amor de esa mujer.
   Nadie supo la hora de su muerte ni escuchó sus palabras o gemidos. Sólo contemplaron  la escena final, su último acto. La vieja mujer dormía con las manos cruzadas sobre el pecho, como protegiendo  un manojo de flores ocres de un ramo de poesías y  la blanca cabeza sobre las rodillas, toda ella vencida por el infarto. La espera había terminado, así, entre el silencio de siesta en la profunda  tarde de  verano   y una casa vieja, acariciada por sauces que guardaran por siempre un murmullo de poesías , un perfume de jazmines y  la espera utópica de un diálogo de amor.
               

martes, 9 de noviembre de 2010

El amor que llevamos

Amor, desamor  y  la  abstracción  utópica
                  El amor es algo difícil de definir, es una abstracción, un sentimiento productor de poderosas e irresistibles asociaciones. El género humano  experimenta a través de su ciclo vital una diversidad de emociones y actitudes frente a él. El amor al terruño, que se lleva y se trae como una  impronta indeleble. El amor en sonidos griegos, Eros,  la conjugación del hombre y la mujer fundidos en caricias y piel. Ágape, donde el género humano lo practica  desde  el sentido de un plano de desinterés, tan sólo por dar amor. Phileo, en la voz   del incomparable amor  donde la sangre clama, el  fraternal.
     Pero el  amor es,  el sentimiento  que de la mano de Eros moviliza en todas las circunstancias del hombre y la mujer,  en los distintos contextos , en las diferentes épocas allí   donde dos miradas se encuentran. Y es Allan Poe, el maestro del terror, que desde las entrañas mismas de la noche negra de su vida, plasma a este sentimiento en uno de sus relatos, más allá de los cuestionamientos de su época,  que mostró  como  periodista, las innegables fallas de la medicina y sus ineficientes métodos para definir  el verdadero instante  de la muerte. Describió al amor que trasciende  por sobre  la diferencia de clase. Relató  cómo fue  enterrada viva Victorine Lafourcade, la bella rica a quien  las pautas de clase social no le permitieron   amar  al romántico y soñador periodista, tan sólo por las apariencias. Allan Poe muestra el contexto de la época como un cronista,  expone   los tambaleantes primeros pasos de la medicina  y los cuestionamientos  de clase; en  una Francia impregnada de voces de igualdad, libertad y fraternidad .Voces que   ahogaron  las convicciones en pos de la conveniencias, por un lado, acallando el sentimiento,  y por otro ,  resucitando al amor dándole la fuerza necesaria para  atravesar obstáculos de quién amó, a  pesar   de los cuestionamientos de la sociedad y  las garras de la muerte, en   los albores europeos  de 1810.  Poe, plasmó sus utopías de amor a pesar del graznido temprano del cuervo  que lo acechaba.
                                       Y aquí estamos en 1974, en la dorada caricia del Caribe, entre los besos dulces de Mary Addres, el reportero de planta con olfato para una  buena historia y las manifestaciones de los diferentes amores; esos  que  navegan en una balsa, en el mar de las hipocresías y las  tormentas inventadas. El autor, Gabriel García Márquez,  supo   con su otra lectura, descubrir la historia  desde el punto de vista de su propia historia. Esa que vivió  en  un mundo lleno de fantasías y demencias, la que  le permitió  desnudar  en  el relato del náufrago el iceberg que latía  en el brillo  de los ojos del hombre que devolvió el mar.  Y  ese amor al” saber más” le costó el exilio. Sólo por sacar a la luz y exponer   los vericuetos de una dictadura militar  que se proponía adormecer  la verdad del hecho,  creando tormentas en donde no estaban  dadas las condiciones, para desdibujar el contrabando. Fue la más débil  de  las atrocidades que cometieron  contra la vida  y la economía del pueblo colombiano sojuzgado por su acción. El sobreviviente, con 20 años de sueños y  atravesado por  la gama de amor que puede experimentar el humano,  que navegó a la devira en  la fragilidad de una balsa, se aferró a la vida con   un insoslayable instinto de amor a la supervivencia.  Su  mente, poblada de  amores y desamores, de amigos y de patria, alucinó en los días de sol y sed y soñó salvaciones en fantasmales visitas holográficas que susurraban destino, en la implacable y serena negrura de la noche que fagocitaba esperanzas, a  pesar de las estrellas.
                                    “Gordo, rema para este lado”, le taladrará  el cerebro al náufrago , aún en los brillos  de una  vanagloria efímera y  entre los besos de las damas de alta sociedad.  Ese pedido, le seguirá ardiendo en su mente,   como la sal sobre su piel  herida en la soledad de la balsa, en el inmenso mar del mediodía. . Pensará en el amor  que le esperaba a Luís Rengifo, los besos ahogados en una bocanada salobre  en la noche caribeña y las caricias  muertas en las manos de una espera inútil allá en el puerto de Bogotá. El amor callado, el abandonado, el amor y los besos sin dueños, que se perdieron entre  un barco que vuelve  y  una  balsa de  salvación. Compañeros, camaradas, jefe, amigos,  tierra, patria, amada, esposa, hijos , amante, novia…distintos nombres para un sentimiento que moviliza, el amor.
                                              Y Tim O´Brien, exalta al amor que enajena y apropia, en “Las cosas que llevaban los hombres que lucharon”; allá, en la guerra de Vietnam donde los EE UU aprenden lo que es perder,   y expone al hombre que lucha a lo que domina y perturba, que vacía  y completa. Ese  sentir  que pone alas,  que pinta sueños, y que  lleva a cuestas en cada uno de los intersticios de los pertrechos del alma  de un soldado enamorado. Y es así como en cada latido del corazón, el amor  machaca, con la voz  repiqueteada  de la ametralladora. Sentir  así  es un derroche de energía, una elevación de los sentidos, que  hace perder la realidad en medio de lo real. Amarrado  a su Martha, imaginando el sabor de sus besos, atravesando su cuerpo con llamaradas de amor  y sexo, sobreviviendo  a pesar de todo. El amor reverbera   entre la nebulosa  humedad  de los arrozales silenciosos y los  sesos  expuestos  del joven de  camisa negra que perdió por un segundo su pelea por la vida. El amor humano, el amor que cuestiona ¿por qué hay que matar, por qué un joven debe asesinar a otro? ,  Porque sí,  nomás?..
                             Y así, en los disímiles contextos y épocas, al  amor  lo llevamos con nosotros. Está en los cadáveres, los  fantasmas, las  hadas, sirenas, sueños y  utopías, el amor viene y se va con nosotros, vamos viajando con propulsión a amor en el río tumultuoso de la vida. Edgar Allan  Poe describió al amor  desde el sentimiento y miedo de un niño huérfano  que le teme a la oscuridad. Desde la negrura de la falta de amor,  ahogado con alcohol y droga se rindió ante él, con  los ojos llenos de noche. La creación de  Gabriel García  Márquez  cuando  relata su crónica desde una Colombia de dictadura y violencia, expone el abanico de los distintos amores. Tim O´Brien  y su descripción del amor en guerra, con las diferentes caras y manifestaciones,  y lo plasma atravesando   épocas y contextos, en la paz y en la guerra, en la verdad y en  la mentira, en la lucidez   y la locura, demostrando a cada paso al  amor que llevamos con nosotros y manifestamos  a los largo de la existencia y en sus infinitos rostros, por el camino de la utopía.